Los brotes verdes de un año atípico y de resaca

El año 2022 ha sido un año de resaca. El famoso “crypto winter” se ha llevado por delante a multitud de stakeholders del sector. Desde el reciente colapso de FTX, la saga de Terra, la baja abrupta de muchos tokens o la menor tracción de la mayoría de los proyectos NFT… pero no todo aparece marcado en rojo. En estos últimos doce meses hemos visto multitud de brotes verdes dentro del mundo Web3 que nos hacen presagiar que muy pronto la montaña rusa vuelve a subir y previsiblemente a cotas nunca exploradas.

Hace un año, muchas de las personas activas en la Web3 vivíamos en una especie de burbuja feliz. Los últimos seis meses habían sido únicos, empezábamos a vislumbrar la salida a los diferentes estados de alarma provocados por la pandemia de la covid y reencontrarnos con una vida no tan vinculada a la pantalla de un ordenador. Zoom o Twitter se habían convertido en aliados indispensables para nuestra vida profesional pero también social. Y seguramente propulsado por esas semanas y meses pasados dentro de casa enganchados gran parte de las horas a las pantallas de un ordenador muchísimos proyectos de la denominada Web3 se incubaron durante los meses más duros de la pandemia y fueron lanzados durante la primavera y verano de 2021, a la par que se empezaba a retomar cierta normalidad en nuestras vidas. 

El éxtasis de la vuelta a la vida que todos conocíamos se vio alterado por una fiebre de proyectos NFT que atraparon la curiosidad de miles de personas repartidas por todo el mundo. El interés fue creciendo con el paso del año hasta llegar a un estado grupal de euforia en donde mucha gente preveía un cambio de paradigma en muchas industrias inmediato apoyado en palancas como los tokens o los NFT. Se pagaban cientos de miles o incluso millones de dólares por NFTs y no paraban de sucederse acontecimientos que reforzaban más esta fiebre del nuevo oro. 

Pero 2022 tenía otros planes, una combinación perfecta de varias variables como la inflación o una creciente tensión geopolítica nos llevaron a un escenario para el que nadie tenía (ni tiene) una guía de supervivencia.

Esta situación ha afectado de pleno a la industria Web3, generando muchas dudas y atestando fuertes golpes a proyectos que habían iniciado su andadura en un contexto macroeconómico y sociológico irrealmente favorable. Pero este año nos ha servido también para ver qué proyectos son más serios, tienen más recorrido y de hecho, solidificar la creencia de que la Web3 tiene mucho camino por recorrer. Veamos las tres principales noticias positivas del año.  

Yuga Labs, los reyes del chiringuito.

En 2021 lanzaron Bored Ape Yatch Club,  el proyecto más exitoso de la esfera NFT, consiguiendo que millones de personas de golpe supieran que significan las siglas NFT. En 2022 no han parado. Han lanzado su propio token nativo ($APE), su propio metaverso (Otherside, aun en versión beta), realizado diversos eventos para la comunidad (NFT.NYC o Art Basel Miami) y han sacado la cartera y comprado a estudios referencia del sector como Larva Labs (Creadores de CryptoPunks y Meebits) o Wenew (Con el proyecto 10KTF o Beeple involucrado). En paralelo, su comunidad ha seguido involucrada con el proyecto y sacándole provecho al hecho de poder usar el IP de sus NFTs. 

Este 2022 ha permitido a Yuga Labs solidificar su liderazgo en el sector, ser la voz más respetada en la industria a la par de demostrar ganas de innovar como pueden ser las primeras pinceladas de Otherside. Y siempre manteniendo cierta actitud canalla en su forma de comunicarse y conectar con el ecosistema. Están valorados en cuatro billones de dólares, pero muchos creemos que esa cifra es ridícula teniendo en cuenta el posible potencial que tienen en este nuevo sector. 

La apuesta de las grandes marcas por la Web3

Aún hoy en día un número muy importante de personas es totalmente escéptica acerca de la posible utilidad de los NFT o los pagos en criptomonedas. Hay muchos argumentos que pueden respaldar con sentido su opinión. Pero sin hacer mucho ruido en los últimos doce meses hemos visto como colosos empresariales de multitud de sectores han invertido millones en su presencia en la web3. Marcas como Nike, Starbucks, Gucci, Coca-Cola, Porsche, Adidas o Meta nos dan señales inequívocas de que están apostando fuerte por este sector. ¿Será que han visto algo que muchos aún no han podido ver? ¿Serán ellos los encargados de introducir en la web3 al gran grueso de la población?

Innovaciones que suenan a ciencia ficción.

Es complicado entender que gracias a tener en una cartera digital un NFT eso te de acceso a un concierto exclusivo  en mitad de Manhattan en donde toca Madonna y que al acercarte a la barra el barman te confirma que puedes pedir lo que quieras que “invita la casa”. Eso les pasó a los poseedores de los NFT de World of Woman durante NFT.NYC. 

Se ha escrito mucho ya sobre la utilidad que dan ciertos NFT en vida real y que validan los casos de uso de esta tecnología. Pero en los últimos meses proyectos como Azuki exploran casos de uso muy interesantes. Su PBT (Token con respaldo físico) es un estándar de token de código abierto que vincula un elemento físico a un token digital en la cadena de bloques de Ethereum. La mayoría nos quedamos igual al leer esto. Pero en 2023 lo entenderemos y veremos que son innovaciones que pensábamos que no necesitábamos, pero una vez las conocemos nos enganchan. Si os habéis quedado con ganas de saber más os invitamos a ver como evoluciona el sector web3 en 2023 que de bien seguro que nos sorprenderá a todos.