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La segunda revolución del arte generativo gracias a la blockchain y la inteligencia artificial

La inteligencia artificial es capaz ya de realizar ciertas tareas que hace un par de lustros requerían del trabajo de una persona. ¿Está la inteligencia artificial capacitada para crear arte también? Proyectos de arte generativo como “Botto” o ArtBlocks nos dan la respuesta.

Chromie Squiggles de ArtBlocks es uno de los proyectos más reconocibles dentro del mundo del arte generativo y en breves lo veremos en los campos de futbol gracias a su colaboración con el club ingles Wagmi United.

Acuñado en 1965 por el filósofo alemán Max Bense, el término arte generativo describe obras basadas en un código algorítmico o una fórmula matemática. El arte generativo se realiza a través de un conjunto de reglas que automatizan la salida donde generalmente hay aleatoriedad incrustada en el algoritmo. El proceso lo define el artista, y el resultado es una especie de colaboración entre la máquina y el artista.

En los últimos años la tecnología blockchain ha revolucionado este género y mediante la ejecución de  contratos inteligente estamos asistiendo a un boom en este campo. Un contrato inteligente es un código almacenado en una cadena de bloques bajo una determinada dirección, principalmente en Ethereum. Al enviar criptografía a esta dirección, se activa el contrato inteligente y el código almacenado en la dirección se ejecuta automáticamente. Actualmente se puede crear una pieza de arte generativo mediante un contrato inteligente y almacenarse en la cadena en forma de un NFT.

SuperRare, el Marketplace especializado en arte generativo, tiene uno de los volúmenes de transacciones más elevados del mercado.

Las pieza de arte generativo NFT difieren en varios puntos de las piezas de arte tradicionales. Siempre existirá un solo NFT con estos parámetros exactos. Incluso si se creara otra obra de arte que se vea muy similar, los parámetros incluidos en la obra de formato NFT siempre serían diferentes, por lo que cada obra es verdaderamente única. El Marketplace SuperRare se ha erigido como la principal ventana del arte generativo al público general. Pero hay que recalar que grandes actores del mundo del arte como las casas de subastas Sotheby’s y Christie’s han incluido recientemente arte generativo en NFT en sus subastas, al igual que Phillips que tiene la subasta Ex-Machina: A History of Generative activa en este mes de Julio en formato online y presencial.

 La prestigiosa galería Pace organizó una exposición durante NFT.NYC con el proyecto Artblocks. Ambos hechos refuerzan el creciente interés por las obras de este género por parte de actores muy consolidados dentro del circuito de arte contemporáneo internacional.

Tyler Hobbs está detrás del algoritmo que genera las obras de Fidenza.

Con un volumen de ventas superior al billón de dólares, Art Blocks es uno de los proyectos referentes de arte generativo. El proyecto se ejecuta en la cadena de bloques Ethereum, creando piezas de arte abstractas como la serie de Fidenzas, Chromie Squiggles y Ringers. Su creciente popularidad va a traspasar fronteras en breves ya que un diseño de Chromie Squiggles va a estar en la camiseta del Wagmi United, un club de futbol inglés gobernado por reglas de la Web3 y apadrinado por varios de los grandes nombres de la galaxia NFT.

“Botto” es un proyecto fascinante donde el algoritmo va aprendiendo y mejorando con el paso del tiempo.

Hay multitud de escritos que nos dicen que la inteligencia artificial se hará cargo de gran parte de nuestros trabajos; que a medida que aumenta la sofisticación de la tecnología, la inteligencia artificial podría incluso asumir el papel de músicos y artistas. Y justamente en el campo del arte tenemos un ejemplo muy interesante que nos abre el debate sobre las capacidades de la IA dentro de la creatividad.

 “Botto” es un artista, pero “Botto” también es un algoritmo.  ‘Botto’ es una entidad autónoma propia, sin embargo, ‘Botto’ también es un creador descentralizado impulsado por la comunidad. El proyecto fue creado por el artista alemán Mario Klingemann, que conceptualizó ‘Botto’, un híbrido de arte generativo y descentralizado.

La obra de “Botto” está presente en varias galerías y pinacotecas y abre un interesante debate en dónde el papel de creador pasa de las manos del artista a los procesos de un algoritmo.  Cada semana “Botto” presenta 350 piezas de arte que la comunidad vota. Con el paso de las semanas se entiende que la calidad del arte se va refinando a raíz del input de la comunidad que en teoría cada vez tendrá una elección más compleja.

Fabio Rodríguez Santiago

Redactor de Blockmedia y coleccionista de NFTs

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