Carmen Jordá: El metaverso y los nuevos riesgos para la seguridad
por Carme Jordá, Responsable de la Oficina de Inteligencia y Prospectiva en Prosegur.
El metaverso es ya uno de los grandes paradigmas de la convergencia tecnológica. Está presente en las estrategias de las principales compañías tech, y cada vez más en diferentes sectores como el turismo, el retail o la industria. No cabe duda del enorme potencial de este fascinante entorno que integra tecnologías como realidad aumentada y mixta, 5G, IoT, computación cuántica, blockchain e incluso tecnología háptica para ofrecer una experiencia lo más integral e inmersiva posible al usuario.
Sin embargo, aún quedan muchas incógnitas por resolver de este nuevo universo, ya que nos encontramos en las primeras fases de su desarrollo. El hecho de que exista más de una compañía interesada en la creación de un metaverso pone en duda si se logrará el principio de interoperabilidad total: la posibilidad de compartir datos, posibilitando el intercambio de información entre diferentes sistemas y una auténtica convergencia tecnológica. Ahora bien, recientemente, hemos visto como Facebook (Meta) se ha aliado con Microsoft para integrar los principales productos de la compañía fundada por Bill Gates, como Windows o Xbox, al universo de Facebook. Otro ejemplo es la también reciente unión de Telefónica y Qualcomm para construir el futuro de la realidad extendida (XR) y el metaverso. Estas alianzas nos acercan más al metaverso como un entorno amplio, no restrictivo y no dominado por una sola compañía, aunque por ahora parezcan más bien por bloques.
De lo que estamos seguros desde Prosegur es que con la creación y desarrollo del metaverso aparecen nuevos riesgos y desafíos para la seguridad. Esto nos obliga, como garantes de seguridad, a anticiparnos y a utilizar nuestra experiencia y creatividad para prever la ilimitada variedad de conductas que se pueden observar en el metaverso. Hay cuestiones como la hiperindividualización de los contenidos y servicios, la explotación económica de este entorno y la sensación de anonimato que resultan atractivas para la comisión de distintas modalidades delictivas.
Estas tendencias se han analizado en ‘Luces y Sombras del Metaverso’, informe realizado por Prosegur Research, el Insight&trends center de Prosegur, junto con la Unidad de Inteligencia y Prospectiva del Grupo Prosegur. En este estudio hemos podido apreciar que el empleo de avatares en las interacciones sociales facilitará la suplantación de identidad, las violaciones a la privacidad y las amenazas de publicación de información personal o confidencial. Además, el traslado de la conducta social incluirá actos violentos e intimidatorios, como el acoso y el abuso.
En el escenario actual de falta de cohesión social y difícil situación económica, la hiperindividualización de contenidos y la confrontación entre grupos o comunidades aumentarán la polarización social, lo cual puede propiciar un proceso de normalización del discurso de odio y de consumo y difusión de contenidos desinformativos. Además, en el contexto de la delincuencia económica, se adoptarán nuevas fórmulas difícilmente perseguibles, al menos por el momento, de estafas, extorsiones y secuestros de datos, tres de los fenómenos criminales más favorecidos por este entorno. Lo cierto es que la versatilidad del metaverso será útil para organizaciones criminales y terroristas. Ya hemos visto cómo los terroristas del 11S prepararon sus atentados gracias a simulaciones de vuelo. Pues bien, el metaverso se configura como un escenario ideal para potenciar sus actividades de entrenamiento: desde un lugar interactivo donde transmitir conocimientos y planificación de operaciones hasta simulaciones inmersivas que permitan replicar escenarios de atentados, pudiendo incluso imitar la respuesta de fuerzas de seguridad o servicios de emergencias, lo que podríamos denominar como un auténtico E-learning criminal.
Finalmente, no podemos olvidar los riesgos físicos para la salud y para la integridad física del usuario, como los mareos, las caídas y las adicciones. Además, la utilización imprudente o descuidada de la tecnología inmersiva puede situar a personas sin intención criminal en situaciones comprometidas. A este respecto, podemos destacar el gran número de casos de violaciones de perímetros y áreas de
acceso restringido acaecidas a nivel global por causa del fenómeno Pokémon GO, un videojuego de realidad mixta en la que había que ‘capturar Pokémons’ en diferentes zonas indicadas en un mapa/GPS. Esta situación llevó incluso al Cuerpo de Marines de los Estados Unidos a realizar una publicación con recomendaciones para que los jugadores eviten acceder a zonas restringidas mientras juegan.
En definitiva, en Prosegur estamos convencidos de que lo más importante del metaverso son las personas y su seguridad, y que debemos entender que detrás de cada avatar hay un ser humano que genera oportunidades y riesgos. La conducta delictiva es diversa e impredecible, pero podremos anticipar amenazas y mitigar los riesgos del metaverso en la medida en la que comprendamos los comportamientos sociales y sus entornos, que se encuentran en constante evolución.