Debate abierto: Bitcoin como un valor refugio durante periodos de crisis
Luz Parrondo, directora del posgrado de blockchain de la BSM-UPF y miembro del Colegio de Economistas de Catalunya
En la actual coyuntura económica, con tipos de interés al alza y drenaje de liquidez, los inversores de todo el mundo se preguntan si existen valores refugio alternativos donde confiar sus activos. Pretenden diversificar sus carteras para la mitigar el riesgo en medio del frio y miran hacia las criptomonedas en busca de calor y cobijo. Y cuando hablamos de criptomonedas, muchos son los que apuntan principalmente a una; la líder, la cabecilla, aquella que marca el paso y imanta a todas las demás, Bitcoin.
A pesar de la gran incerteza que rodea su nacimiento, la narrativa explica que Bitcoin nació como reacción a la crisis financiera de 2008. Paradójicamente este activo, desde su aparición, no ha tenido que enfrentarse a crisis económicas o financieras relevantes. Probablemente sea la COVID-19 la turbulencia más importante a la que bitcoin haya estado expuesto desde su creación. De modo que los investigadores hemos de trabajar con lo que tenemos y analizar el impacto de la crisis de 2020 en el precio y comportamiento de Bitcoin, con el objetivo de extraer conclusiones acerca su papel como valor refugio en tiempos de crisis.
Una inversión o un activo se considera valor refugio cuando se espera que aumente de valor o conserve su valor en tiempos de turbulencia económica. Son buscados por los inversores que desean evitar pérdidas y limitar sus riesgos cuando los mercados se hunden. Se sabe que algunas inversiones refugio funcionan bien durante las dificultades económicas, mientras que otras simplemente mantienen su precio. Es decir que las inversiones refugio son aquellas que están correlacionadas negativamente o no correlacionadas con el mercado general durante las recesiones económicas. En concreto, los mejores activos refugio son los que aumentan de valor cuando el resto del mercado baja, es decir con correlación negativa.
Existen estudios que apoyan el comportamiento de Bitcoin como valor refugio desde su inicio hasta 2020, especialmente en el corto plazo. Un artículo de Paule-Vianez et al. (2020) analiza el efecto de la Incertidumbre Económica y Política en la volatilidad y los rendimientos de Bitcoin, ente 2010 y 2019. Este estudio muestra que, si bien esta incertidumbre afecta de forma negativa a los mercados tradicionales, impacta positivamente en Bitcoin, y en el Oro, posicionando a ambos activos como alternativas refugio en tiempos de incertidumbre. La pregunta es, ¿mantuvo Bitcoin el mismo patrón durante la crisis de 2020?
Si calculamos las correlaciones entre los precios de Bitcoin y S&P500 y de Bitcoin y el oro, vemos que antes y después de 2020, su correlación es cercana a cero. Pero esta correlación se vuelve positiva y más relevante durante el año de la pandemia (ver Tabla 1). En concreto la correlación cambia de negativo a positivo en marzo de 2020, el mes en que se iniciaron los confinamientos (ver figura 1), lo que sugiere una mala calidad de Bitcoin como alternativa refugio al mercado.
Pero no podemos basar nuestra afirmación en la simple correlación de los precios, necesitamos realizar estudios más rigurosos que tengan en cuenta todos los condicionantes.
Existen estudios que avalan la condición de Bitcoin como valor refugio en el corto plazo. Por ejemplo, el artículo de Dwita, Ekaputra y Husodo (2021) revela que los rendimientos diarios de Bitcoin tienden a correlacionarse con el rendimiento del S&P500 negativamente durante la pandemia. Sin embargo, observan que ambas monedas exhiben volatilidades mucho más altas durante el mismo periodo. Al controlar por la volatilidad y otros factores, Kumar y Padakandla (2022) observan que Bitcoin exhibe propiedades de valor refugio para NASDAQ, EUROSTOXX y NSE50, pero ninguna propiedad refugio con respecto al índice de referencia S&P 500. Por el contrario, aconsejan a los inversores utilizar el oro como valor refugio ya que se muestra efectivo en todos los mercados. Con estos ejemplos trato de poner en evidencia la dificultad a la hora de entender el papel de Bitcoin como inversión alternativa. La vida de este cripto-activo es demasiado corta como para extraer conclusiones sólidas. Debemos también tener en cuenta que aún no ha experimentado períodos de falta de liquidez y crisis financieras profundas. Además, si tenemos en cuenta que la volatilidad de Bitcoin juega un papel fundamental en su función de valor refugio, no podemos obviar dicha volatilidad ha cambiado radicalmente en los últimos dos años. Antes de enero de 2021 bitcoin no había sobrepasado el valor de 20.000USD y su volatilidad no era comparable a la que presenta en la actualidad (ver Figura 2).
La inmadurez de Bitcoin, más aún, su actual estado de adolescencia exaltada, hace del todo imposible saber cuál será su comportamiento futuro. Lo que parece cierto es que desde 2017 ha mostrado un crecimiento acelerado, una vertiginosa volatilidad y una gran capacidad de recuperación. Todo ello ha despertado el interés académico, pero aún nos queda mucho por “vivir” y por descubrir en la era de la disrupción en las finanzas tecnológicas.